Wiki Tokyo Ghoul
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Voz Cortada (切声, Sessei?) es el capítulo N° 140 de Tokyo Ghoul en general y octavo del último volumen.

Personajes[]

Resumen[]

Spoiler: Desde esta sección del artículo se revelan partes de la trama que tal vez no quiera saber.

Cuando Ken Kaneki se revuelca en su derrota, su subconsciente entra en una dimensión nostálgica; la calle donde él y su madre vivieron cuando era un niño. La madre de Kaneki lo recibe en casa, y aunque está exhausta, todavía se la ve trabajando. Él le ruega que deje de trabajar en exceso ella misma, que era algo que nunca tuvo la oportunidad de hacer cuando era niño. Kaneki luego continúa explicando que su madre siempre quiso hacer todo por los que amaba y, como resultado, se arrinconó en una esquina. Él comienza a evaluar esta ideología, junto con las opciones de vivir, de salvarse, regresar a Anteiku y quedarse donde estaba, todo sugerido por Hinami Fueguchi, Kazuichi Banjou y Shuu Tsukiyama, aunque dudó en hacerlo. Llega a una conclusión: él y su madre no fueron diferentes, al darse cuenta de que fingían preocuparse por los demás, pero al final todo se trataba de ellos mismos.

Finalmente entiende por qué su madre trabajó tanto para su hermana, por la misma razón fue la muerte de su padre: su madre tenía miedo de perder a alguien cercano a ella. Él menciona que su madre no era una persona amable; pero una cobarde temerosa de la soledad, y él también: nunca quiso proteger a todos, sino a sí mismo. Kaneki describe cómo era su infancia; solo leía libros en la habitación de su padre e incluso jugaba solo en la arena. La soledad era algo que nunca quiso, y admite que Touka Kirishima tenía razón por llamarlo un cobarde egoísta todo el tiempo.

Kaneki ve una figura de su yo más joven en un cajón de arena y se acerca a él, sugiriéndole que se vayan a casa. Mientras tanto, en su monólogo interno, menciona cómo se sostenía de la mano, tratando de llenar el vacío en sus recuerdos. Aunque no tenían destino, siguieron caminando sin rumbo, y Kaneki le pregunta a su ser más joven si le gustaba su madre. El niño dice que su ambición es llegar a ser como ella cuando llegue a la edad adulta, ya que siempre estaba haciendo lo mejor para la gente hasta la noche. Se da cuenta de que su destino había cambiado inmensamente cuando él era adulto, porque se convirtió en un ghoul y no había logrado cumplir las promesas que le hizo a su madre de continuar con sus ideologías. Aquí es donde Kaneki entra en una crisis emocional. En lágrimas, se culpa a sí mismo, disculpándose por la persona en la que se había convertido. Su yo más joven lo consuela, y le agradece, diciendo que Kaneki luchó en lugar de su lado débil. El niño sugiere que descansen por un tiempo, y ambas formas se desvanecen en forma de cenizas.

A medida que su conciencia se nubla, Kaneki finalmente recuerda la noche en que él y Rize Kamishiro resultaron heridos durante el Incidente de las Vigas de Acero. Al final de la mirada de Rize había un payaso riendo y contando hacia atrás a intervalos de siete. Kaneki comenta que nunca sabrá qué significado tenía, porque ya estaba cayendo inconsciente; cojeando a los pies de Kishou Arima.

Galería[]

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